miércoles, 3 de agosto de 2011

Operaron con éxito a Agustín Bustos Fierro


Los padres del adolescente detallaron en la red social de internet Facebook que "los médicos" que intervinieron en el procedimiento "dicen que salió perfecto" el trasplante, aunque advirtieron que "hay que esperar entre 20 y 25 días para saber si la médula prendió". 
Joaquín Bustos Fierro  de 11 años, hermano de Agustín, fue sometido a la misma transfusión de células a fines de junio último para superar la adrenoleucodistrofia, enfermedad genética que también padece el adolescente y que, de forma progresiva, afecta al sistema nervioso y puede dejar al paciente en estado vegetativo.
Andrea Bustos Fierro, tía de Agustín y Joaquín, contó por su parte que el procedimiento de hoy comenzó alrededor de la 1.10 (hora argentina) y se prolongó hasta las 2.20.
Alrededor de las 18.30 del martes, arribó a Minneapolis, ciudad en la que permanece Agustín, el avión que trasladaba las células madre de un donante cuyo lugar de residencia no trascendió por normas de confidencialidad.
El operativo implicó una gran logística: a la mañana, se efectuó la extracción y, luego, comenzó el traslado en helicóptero hasta un aeropuerto, desde donde un avión continuó el transporte hasta Minneapolis.
Además, las células madre del donante fueron procesadas en el hospital Saint Paul, cercano al Centro Médico de la Universidad de Minneapolis, donde se concretó la transfusión.
"Al igual que cuando trasplantaron a Joaquín, un sacerdote estuvo con Agustín esta mañana imponiéndole los santos óleos de la unción de los enfermos", precisaron ayer sus padres en Facebook. El trasplante, consistente en la transfusión por vía intravenosa, fue "más largo que el de Joaquín" por la cantidad de células del donante, diferenció Andrea al analizar la intervención quirúrgica a la que fue sometido hoy su sobrino.
"Ellos (por los médicos) son los que dicen que está todo dado como se tiene que dar. A lo mejor, no están tan eufóricos como nosotros", agregó la mujer en diálogo con radio Cadena 3.
Los hermanos Bustos Fierro y sus padres viajaron a Estados Unidos luego de una campaña nacional de recaudación que finalizó con cerca de dos millones de dólares. Matías de 5 años, otro de los hermanos Bustos Fierro, también padece adrenoleucodistrofia, aunque todavía no se le detectaron los principales síntomas de la enfermedad, por lo que no se sabe si será necesario someterlo a un trasplante.
Sofía Bustos Fierro, de 9 años, hermana de los tres varones, no tiene la enfermedad y fue la donante de Joaquín, quien fue operado el 27 de junio y evolucionaba muy bien, según confirmó el médico argentino que acompaña a la familia, Federico Serrot.
Joaquín recibió el alta a fines del mes pasado y es sometido a controles periódicos, al tiempo que toma unos 30 comprimidos orales por día, además de otras drogas que previenen inflamación a nivel del cerebro.

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